¿Tu bebé llora al portear? A veces no es incomodidad: el cuerpo también habla

Es natural sentirse confundida cuando todo parece estar bien —sigues las instrucciones, usas una mochila ergonómica, respetas la postura recomendada— pero tu bebé sigue incómodo, llora o incluso parece rechazar el porteo.

Lo primero que queremos decirte es esto: no siempre es rechazo al porteo. Muchas veces, esta incomodidad puede ser una señal de que el cuerpo del bebé está enfrentando algún desafío, sobre todo a nivel muscular o neurológico.

Cuando el porteo no se disfruta… ¿qué podría estar pasando?

Hay casos en que los bebés presentan tensiones o dificultades motoras que interfieren con su capacidad de relajarse y acomodarse en el portabebé. Estas condiciones pueden tener su origen en el parto (especialmente si fue muy rápido o instrumental), en el uso prolongado de elementos que limitan el movimiento, o simplemente por cómo se está organizando su cuerpo en desarrollo.

Algunas señales que podrían indicarlo:

  • Solo mueve su cabeza hacia un lado, o no lo hace simétricamente.

  • Pasa mucho tiempo en sillas, mecedoras o huevitos que limitan su movimiento libre.

  • Tiene dificultades para la lactancia, incluso tras haber consultado a varias asesoras.

  • Llora con frecuencia, presenta cólicos excesivos o disquecia del lactante.

  • Tiende a echar su cabeza hacia atrás, como haciendo fuerza.

  • Se mueve poco de manera espontánea.

  • Tiene un lado de la cabeza más plano que el otro (plagiocefalia).

¿Qué hacer si notas alguna de estas señales?

Lo más importante es observar sin forzar. La clave está en acompañar con respeto y buscar apoyo cuando sea necesario.

✔️ Consulta con tu pediatra para descartar causas médicas como reflujo u otros aspectos del desarrollo.

✔️ Busca profesionales que trabajen desde el respeto al cuerpo del bebé, como osteópatas pediátricos, terapeutas de movimiento o especialistas en desarrollo infantil.

✔️ Y sigue porteando, pero adaptándote a las necesidades particulares de tu hijo o hija. A veces el porteo es justamente parte del camino de solución, no el problema.

El cuerpo del bebé también comunica

El porteo, cuando se adapta a las necesidades reales del bebé, puede ser un gran puente hacia el bienestar. Nos permite sostener desde el contacto, acompañar el movimiento y dar seguridad mientras ayudamos a su desarrollo neurológico y emocional.

Si algo no fluye, si sientes que algo no está bien, confía en tu intuición. El porteo tiene el potencial de transformar, pero solo cuando va de la mano con el respeto y la observación amorosa.


¿Conocías estas señales? Te invitamos a compartir este artículo con otras familias que estén comenzando a portear o que sientan que algo no va bien. Y si necesitas una mirada personalizada, recuerda que en Bien Porteado estamos aquí para ayudarte 💛

 

Puedes leer más sobre esto en el post que compartimos junto a Antonia de @neuroposibilidades

https://www.instagram.com/p/DKrxEbFx34L/?img_index=1

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