En asesoría de porteo siempre les digo a las familias: ni muy suelto, ni muy apretado.
Esa es la clave para que portear sea cómodo, seguro y amoroso. Si te queda la duda, aquí va una guía muy práctica:
✋ ¿Cómo saber si está bien ajustado?
Haz esta prueba súper simple:
Pasa tu mano por el costado del portabebé, entre tu pecho y la guatita del bebé:
- Si la mano pasa bien, con roce, ¡está perfecto!
- Si pasa demasiado fácil, está suelto y hay que ajustar.
- Si no entra o cuesta mucho, está muy apretado.
Y si te inclinas hacia adelante y el bebé se separa de ti, es que está demasiado suelto.
😅 ¿Y si está muy apretado?
¡El bebé avisa al tiro!
Se queja, se pone inquieto, no logra relajarse.
Y tú también lo sientes:
- Te cuesta respirar.
- Sientes presión incómoda.
- O incluso te puede dar acidez si el cinturón está muy apretado (sí, ¡pasa!).
Y si uso mochila o mei tai ¿Qué pasa con el cinturón?
Debe quedar firme, pero cómodo.
No necesitas apretarlo como si fuera una faja.
- Si te aprieta al punto de que no puedes respirar bien o sientes molestias, afloja un poco.
- Lo ideal es que el porteo se sienta como un abrazo: seguro, pero que no incomoda.
Reglas simples para saber si está bien:
- ¿Puedes besar a tu bebé fácilmente? Perfecto.
- ¿Está pegadito a ti y no rebota? Bien.
- ¿Puedes meter la mano entre tu pecho y su guatita, pero con roce? Bien ajustado.
- ¿Tú estás cómoda y puedes respirar sin molestias? ¡Listo!